No sé cual será la serie que los gafapastas de pro estén siguiendo actualmente, pero yo tengo claro cual es una de mis series del momento: The 100. Tengo más, pero vaticino que Clarke Griffin y el resto estarán en mi top de series favoritas del año. Porque pese a emitirse en la CW, esta no es una serie más de adolescentes, ni de amoríos. The 100 es LA DISTOPÍA, así, en mayúsculas.
¡OJO CON LOS SPOILERS!
El final de la pasada temporada, fue digno de cualquier capítulo de Lost. Dejando muchos interrogantes y presentando nuevas tramas. Clarke se despierta encerrada en una especie de enfermería en Mount Weather. Pronto se da cuenta de que allí viven humanos que permanecen encerrados al no poder salir por la radiación. Junto a ella, se encuentran cerca de 50 de “los 100”, que han sido secuestrados.
Lo que parece que va a ser una bonita convivencia entre todos, pronto se convierte en una pesadilla: los habitantes de Mount Weather pretenden hacer transfusiones de sangre para poder intercambiarse con ellos y salir a la superficie. No contentos con eso, también tienen secuestrados en condiciones penosas a parte de los “grounders”.
Luego están Bellamy y Finn (cansino nº1), que por suerte han podido sobrevivir y quieren recuperar a sus amigos. Kane, Abby y los restos del Arca han conseguido llegar a Tierra y deben reagruparse también. Y tenemos a Jaha (cansino nº 2), medio moribundo, que ha conseguido llegar a Tierra.
En The 100 siguen sin cortarse un pelo. Si hay que matar a uno de los protagonistas para darle credibilidad a la trama, se hace y punto. Y si hay que masacrar un pueblo, adelante. Quien dice un pueblo dice dos… oh wait!
La serie muestra el lado más crudo de la realidad: cuando en el mundo post apocalíptico lo más importante es que uno mismo sobreviva. Hay ciertos personajes que solo miran por ellos. Luego hay otros líderes, que buscan la supervivencia de su grupo a costa de tener que tomar decisiones que no son acertadas o que las cuales les van a causar un daño tremendo a largo plazo.
Estoy hablando de Clarke. De cómo en cuestión de horas, ha tomado dos decisiones por las que muchas personas (la mayoría inocentes, ¡Maya!) han muerto. Aquí se abre el debate… esto ha sido un claro “ellos o nosotros”, puede estar mejor o peor, pero la temporada ha versado de cómo Clarke antepone todo a su gente (incluso ella misma decide matar a Finn para que no sufra y se cree la alianza con Lexa).
Lo hecho, hecho está. Y mientras pensamos si está bien o no, podemos comentar la evolución de los personajes.
Ya sabíamos que Bellamy y Clarke eran buenos líderes, pero en esta temporada hemos visto como Finn perdía la cabeza y mataba sin ton ni son, como Lexa parecía que sentía algo por Clarke y luego la acababa traicionando o la increíble transformación de Octavia en “grounder”.
Ahora, voy a comentar ahora las escenas finales donde nos dejan con la miel en la boca. Primero, ¿Qué va a ser ahora de los habitantes del Arca? Sin Clarke, sin la alianza con Lexa y con Mount Weather masacrado.
Segundo, ¿Dónde se ha metido Murphy? ¿Soy la única que pensaba que en cualquier momento iba a sonar Make your own kind of music e iba aparecer Desmond?
Tercero, ¿Y Jaha? Bueno, perdón, Thelonious. Ha ido a parar a una casa donde lo recibe un holograma y le encomiendan una misión. Es como el anuncio del detergente donde la chica viene del futuro.
Y ahora el tema, Bellarke. Puede que a lo largo de la temporada no hayan interactuado demasiado, pero la química entre los actores es máxima. Y las escenas que se marcan son la prueba. El efusivo abrazo que Clarke le dio a Bellamy en su reencuentro, cuando esta pensaba que estaba muerto, dejaba claro que si bien todavía no están enamorados, sienten un cariño especial el uno por el otro.
En la escena final de temporada, podemos ver como Clarke está desolada por todo lo que ha causado. Bellamy intenta, con las mismas palabras que ella usó capítulos atrás con él, decirle que le concede el perdón, y hacerle ver que no tiene que cargar con todo ella sola.
En esta serie no hay nada que no se solucione con un “May we meet again”, así que antes de despedirse, Bellamy y Clarke se abrazan de nuevo y se dicen esas palabras. Claro que se van a volver a ver. Y esperemos que Clarke haya aceptado la culpa de lo que ha hecho y Bellamy mientras tanto haya sabido liderar a los suyos. Faltan meses para ese reencuentro, pero no puede evitar ilusionarme con las perspectiva de que tendremos 3ª temporada.
Y a vosotros, ¿Qué os ha parecido esta temporada?
¿Os gusta la serie?